Tagged Under:

Psicoterapia Gestalt Transpersonal en Córdoba Capital: El Eneagrama de la personalidad en la Psicoterapi...

Según mi propia vivencia en la aplicación del Eneagrama como instrumento de trabajo terapéutico, y la experiencia de la enorme cantidad de alumnos que nos han compartido sus propios descubrimientos, puede afirmarse que en este área el Eneagrama tiene múltiples beneficios:

EL ENEAGRAMA EN EL PROCESO PSICOTERAPEUTICO


Ayuda al terapeuta a ahondar más prontamente en la cosmovisión de su paciente, en sus dificultades características,y en aquellos recursos de los cuales el paciente dispone según sus eneatipos predominantes. Esto es sumamente válido cuando se trata de procesos terapéuticos que se desarrollen en un lapso de tiempo considerable, pero también cuando se carece del tiempo suficiente, tal como con pacientes que sólo pueden asistir unas pocas sesiones (por irse de viaje, por estar de paso en el país o por cualquier otra razón), pacientes que concurren a consulta por alguna emergencia puntual (crisis vitales, proximidad de intervención quirúrgica...), pacientes que atraviesan una enfermedad terminal, quienes necesitan tomar decisiones laborales, afectivas o vocacionales, etc.
Para el paciente, conocer su propio eneatipo es de inmenso apoyo, pues le permite comprender sus propios patrones de comportamiento, su historia, su manera de reaccionar ante la vida, sus talentos innatos, y muchos porqués relacionados con su estructura emocional.

Tanto para el paciente como para el terapeuta poder tener en cuenta el eneatipo de las personas allegadas al paciente suele ser de mucha utilidad: que una paciente Dos (dadora por demás, pendiente de los otros todo el tiempo, ayudadora sin que se lo pidan, invasiva a veces sin advertirlo, por ánimo de socorrer......) comprenda cuáles son sus problemas de relación con un esposo Nueve (tranquilo en exceso, dependiente, evasivo de todo conflicto, con frecuencia infantil, pasivo......), puede ser un valioso punto de partida para observar los mecanismos que se generan de a dos... pero que pueden desarticularse si al menos uno de los partícipes se da cuenta y trabaja sobre ello...
(Podría extender vastamente esta lista, pero elijo quedarme en estos tres puntos, para extenderme en lo que sigue.) Puede preguntarse desde el sentido común: ¿pero esto no es muy esquemático? ¿No desaparece el paciente-individuo debajo de ese conjunto de supuestos? Mi respuesta es ésta: la utilización del Eneagrama como herramienta será tan inteligente, esquemática, reduccionista, sorprendente, oportuna, brillante... como lo sea el terapeuta que la aplique o la persona que la incorpore para comprender su propia realidad... Pues así es con toda herramienta! Yo, que he explorado tantas, tengo plena constancia de que para un terapeuta sensato que quiera abordar inteligentemente el mundo sensible de su paciente el Eneagrama puede resultarle pues le permite comprender sus propios patrones de comportamiento, su historia, su manera de reaccionar ante la vida, sus talentos innatos, y muchos porqués relacionados con su estructura emocional.

Tanto para el paciente como para el terapeuta poder tener en cuenta el eneatipo de las personas allegadas al paciente suele ser de mucha utilidad: que una paciente Dos (dadora por demás, pendiente de los otros todo el tiempo, ayudadora sin que se lo pidan, invasiva a veces sin advertirlo, por ánimo de socorrer......) comprenda cuáles son sus problemas de relación con un esposo Nueve (tranquilo en exceso, dependiente, evasivo de todo conflicto, con frecuencia infantil, pasivo......), puede ser un valioso punto de partida para observar los mecanismos que se generan de a dos... pero que pueden desarticularse si al menos uno de los partícipes se da cuenta y trabaja sobre ello...
(Podría extender vastamente esta lista, pero elijo quedarme en estos tres puntos, para extenderme en lo que sigue.) Puede preguntarse desde el sentido común: ¿pero esto no es muy esquemático? ¿No desaparece el paciente-individuo debajo de ese conjunto de supuestos? Mi respuesta es ésta: la utilización del Eneagrama como herramienta será tan inteligente, esquemática, reduccionista, sorprendente, oportuna, brillante... como lo sea el terapeuta que la aplique o la persona que la incorpore para comprender su propia realidad... Pues así es con toda herramienta! Yo, que he explorado tantas, tengo plena constancia de que para un terapeuta sensato que quiera abordar inteligentemente el mundo sensible de su paciente el Eneagrama puede resultarle pues le permite comprender sus propios patrones de comportamiento, su historia, su manera de reaccionar ante la vida, sus talentos innatos, y muchos porqués relacionados con su estructura emocional.

Tanto para el paciente como para el terapeuta poder tener en cuenta el eneatipo de las personas allegadas al paciente suele ser de mucha utilidad: que una paciente Dos (dadora por demás, pendiente de los otros todo el tiempo, ayudadora sin que se lo pidan, invasiva a veces sin advertirlo, por ánimo de socorrer......) comprenda cuáles son sus problemas de relación con un esposo Nueve (tranquilo en exceso, dependiente, evasivo de todo conflicto, con frecuencia infantil, pasivo......), puede ser un valioso punto de partida para observar los mecanismos que se generan de a dos... pero que pueden desarticularse si al menos uno de los partícipes se da cuenta y trabaja sobre ello...
(Podría extender vastamente esta lista, pero elijo quedarme en estos tres puntos, para extenderme en lo que sigue.) Puede preguntarse desde el sentido común: ¿pero esto no es muy esquemático? ¿No desaparece el paciente-individuo debajo de ese conjunto de supuestos? Mi respuesta es ésta: la utilización del Eneagrama como herramienta será tan inteligente, esquemática, reduccionista, sorprendente, oportuna, brillante... como lo sea el terapeuta que la aplique o la persona que la incorpore para comprender su propia realidad... Pues así es con toda herramienta! Yo, que he explorado tantas, tengo plena constancia de que para un terapeuta sensato que quiera abordar inteligentemente el mundo sensible de su paciente el Eneagrama puede resultarle pues le permite comprender sus propios patrones de comportamiento, su historia, su manera de reaccionar ante la vida, sus talentos innatos, y muchos porqués relacionados con su estructura emocional.

Tanto para el paciente como para el terapeuta poder tener en cuenta el eneatipo de las personas allegadas al paciente suele ser de mucha utilidad: que una paciente Dos (dadora por demás, pendiente de los otros todo el tiempo, ayudadora sin que se lo pidan, invasiva a veces sin advertirlo, por ánimo de socorrer......) comprenda cuáles son sus problemas de relación con un esposo Nueve (tranquilo en exceso, dependiente, evasivo de todo conflicto, con frecuencia infantil, pasivo......), puede ser un valioso punto de partida para observar los mecanismos que se generan de a dos... pero que pueden desarticularse si al menos uno de los partícipes se da cuenta y trabaja sobre ello...
(Podría extender vastamente esta lista, pero elijo quedarme en estos tres puntos, para extenderme en lo que sigue.) Puede preguntarse desde el sentido común: ¿pero esto no es muy esquemático? ¿No desaparece el paciente-individuo debajo de ese conjunto de supuestos? Mi respuesta es ésta: la utilización del Eneagrama como herramienta será tan inteligente, esquemática, reduccionista, sorprendente, oportuna, brillante... como lo sea el terapeuta que la aplique o la persona que la incorpore para comprender su propia realidad... ...