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Lo que produce la queja en nuestro cerebro

Muchas personas hacen de la queja su "leiv motiv" de todos los días, y hacen que otras escuchen sus lamentos una y otra vez. Muchas veces sucede  que, las que prestan el oído son buenas personas que tratan de entender al "desvalido" que algo malo le está sucediendo, es una creencia que se sustenta en el hecho de "no ser egoístas" y "ser comprensivos con el otro". Un tema que no es para nada así. Forma parte de las creencias que nos mantienen atado a la matrix, a lo que nos hace sufrir, a lo que nos hace sentir que siempre "algo malo puede suceder"
La verdad que nos encontramos permanentemente boicoteados por noticias, en su mayoría dolorosas o preocupantes. Entramos a nuestro trabajo y tenemos que tolerar jefes autoritarios, algunos, o compañeros malhumorados, sin contar por las problemáticas personales que todos tenemos. Ante esta situación tenemos dos opciones, tomar decisiones y actuar o quejarnos de nuestra mala suerte, y convertirnos en víctimas sufrientes. Si adoptamos la segunda opción, la queja se convierte en un hábito que nos limita en nuestra vida, nos quita energías y nos convierte en victimas, generando hartazgo en quienes nos rodean.
Según investigaciones adelantadas derivadas de las Neurociencias, dicen que estar expuestos  de manera reiterada a la queja, tanto del que ejecuta, como el que escucha, el cerebro comenzará a sufrir cambios significativos. Esta sensación de frustración e impotencia constante, hace que el cerebro libere hormonas como noradrenalina, cortisol y adrenalina que comienza a alterar el funcionamiento del cerebro, deteriorando o eliminando conexiones neuronales presentes en el hipocampo. Esa es la zona encargada de encontrar soluciones a los problemas que nos aquejan.
La insistencia en la queja, es una forma de condicionarnos negativamente que genera rechazo en los demás y termina por deteriorar nuestras relaciones familiares, de pareja o laborales. Es una condición de dependencia y por lo tanto de inmadurez y de pasividad frente a los problemas.
Ante este panorama qué podemos hacer? Lo primero es importante analizar los problemas cuando podamos estar tranquilos y tomar siempre decisiones, que, a veces no son las acertadas pero, el error nos conducirá en algún momento por el aprendizaje, a lo que será  bueno para nosotros. Antes que quejarse, hay que preguntarse si nosotros podemos hacer algo, y desde nuestro lugar siempre podemos resolver, y si no es posible, relajarnos porque alguien lo va a hacer por nosotros, o en el mejor de los casos buscar ayuda profesional es la opción mas sana. Agradecer por lo que tenemos es otra buena opción, y es la clave para la abundancia en nuestra vida.
Lic Miryam Barovero
Psicologa clínica
Psicologia Gestáltica y Transpersonal
Terapeuta Floral
Experta en Eneagrama
Psicosomática Clínica
Psicología Junguiana
Psicología Holistica