Tagged Under:

EL Perdón: las cuatro formas posibles que adopta

Muchas veces hemos creído y aún creemos que el perdón es un acto de voluntad, en la cual podemos decidir y ya está terminado el conflicto que nos mantenía en el dolor, esta es una creencia mantenida por el pensamiento mágico, y la verdad que se trata de  un proceso en donde se va aceptando las situaciones que sucedieron para invocar el perdón.Lo que puede llegar a ser un acto de voluntad es la decisión de comenzar ese proceso que tiene muchos ribetes psicológicos que hay que tener en cuenta para no caer en facilismos que desde la realidad son útopicos e ilusorios. Pero, si bien no es mágico, hay algo que opera en lo interno y, esto es que el Yo Superior, nuestro Espíritu Santo, nuestro Sagrado interno comienza a movilizarse para poner en marcha el estado espiritual de Perdón. La palabra perdón viene de per-don (por un regalo) es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos.   En realidad, hay cuatro tipos de perdones con los que conviene trabajar para sanarnos a nosotros mismos y sanear nuestras relaciones. Aclarado esto, paso a describir cuales son esos perdones.
El primer perdón es el más citado siempre, es el perdón a los otros, esto nos toma tiempo, y perdonar a esa persona que nos ha herido, muchas veces sin intención, pero que sí nos ha hecho daño, es primero aceptar que el daño aconteció, pero no significa que al perdonar esa persona puede seguir en nuestra vida, todo lo contrario, es poder soltar eso que nos hirió y poder ver cuan implicado estuve en ese proceso de sufrimiento. Soltar, significa que ya no ocupa lugar en nuestro pensamiento y que no produce más dolor el recordar el hecho que lo provocó. Ese es el primer perdón, el más conocido por todos.
El segundo perdón, es el que se refiere a pedir perdón (trabajo indispensable para el proceso de evolución personal), revisar nuestros actos, reconociendo muchas veces que hemos sido nosotros los que hemos lastimado a otros, quizás por inconsciencia, por inmadurez, por ignorancia, por egoísmo, Una vez detectados a conciencia estos actos, es importante darle al otro nuestro reconocimiento del error, es darnos esa posibilidad de poder ser escuchados y rectificar si eso puede ser posible, Eso nos hace sentir más livianos, el hecho de poder ser escuchados, sea que recibamos o no ese perdón. Para eso necesitamos de coraje y aunque parezca que no es un acto de dignidad hacia nosotros mismos.
Un tercer perdón es Perdonarnos a nosotros mismos por el daño causado a otros, Esto tambíen requiere de una revisión y un proceso..
El cuarto perdón es el Perdón que nos debemos a nosotros mismos, ya que, en muchas instancias nos hemos hecho daño a nosotros mismos. Es decir, el Heridor y el Herido han estado en nuestra Psique, nos hemos despreciado, saboteado,  nos hemos exigido hasta agotarnos, nos hemos expuesto al abuso reiterados de otras personas que nos han herido, sin cuidarnos, sin considerarnos a nosotros mismos,, muchas veces lo hemos hecho con nuestro cuerpo. Si no trabajamos con este perdón los otros tres perdones quedarían como procesos inconclusos, ya que trabajan en conjunto para cerrar el verdadero y genuino perdón. Pedirse perdón es un acto de comprensión y amistad con uno mismo, igual que lo que haríamos cuando perdonamos a otros. Y para eso necesitamos querernos los suficiente para que esto pueda darse, ya que conviviremos con nosotros mismos el resto de nuestros días. O sea que cuando los tres anteriores procesos estén en marcha, este es el que cierra el Perdón genuino, ya que nadie puede convivir con otro sanamente si antes no puede tener una sana convivencia con Uno mismo.
Y recorda...El Perdón es un proceso que entra en el proyecto de Consciencia Evolutiva que todos debemos comenzar a transitar. Si quieres comenzar un trabajo de Perdón apuntate en el formulario de contacto para los próximos cursos con esta temática.