Psicóloga Humanista Transpersonal en Córdoba Lic: Miryam Barovero mp: 4171Teléfono: 3512595056 Dirección Chile 20 2do “B” Nueva Cba
Lo que la Psicoterapia Humanista Transpersonal es
La psicología transpersonal coincide con la filosofía Perenne de Aldous Huxley, con la religión Perenne de Houston Smith, y con la Psicología Perenne de Ken Wilber. Se parte de la base que el estado de conciencia habitual es resultado de una deformación ilusoria, la realidad que vemos es una ilusión (maya o samsara), la persona normal está dormida, y el “despertar”, se produce cuando la persona se desindentifica de ese sueño. Dicho despertar es un objetivo de las disciplinas de la conciencia.
Los niveles de la terapia psicológica pueden clasificarse asi: referentes al Ego, existenciales y espirituales. La psicología transpersonal se ocupa de las tres y hace hincapié en el último. Los estados de conciencia ampliada son vivencias trascendentes que se caracterizan por ser inefables, numinosas, atemporales, aespaciales, holistas, positivas…
La psicología transpersonal tiene un apoyo en la teoría cuántica y en la teoría de la relatividad, que ha revertido sus conceptos tradicionales, y ven al universo como una telaraña de de relaciones interconectada, cuyas partes existen en función del todo, en que el observador pasa a ser participante, dicha telaraña de relaciones es dinámica coincidiendo con la visión oriental del mundo.
La psicología transpersonal aspira a lograr una síntesis del conocimiento oriental de la conciencia, que apunta a la salud psicológica y a la iluminación, con el empirismo psicológico de Occidente. El camino hacia la salud tiene que ver con un cambio de percepción más que de acción. Así mismo está asociada a una mayor cantidad de apegos , y a una orientación hacia el servicio más que al egocentrismo, a hacerse responsable de la propia experiencia, también se asocia a los estados de amor, compasión, empatía, generosidad, reverencia, gratitud, maravilla, sensibilidad ecológica; a la aceptación y compromiso en el ‘proceso evolutivo; aceptación del gozo como del dolor, inherentes ambos a la condición humana. A integrar la sombra, y al tomar contacto con lo inconciente sagrado, el SÍ MISMO transpersonal o percatación pura.
La meditación es fundamental para el terapeuta transpersonal , por los estados de conciencia que provoca, por el bienestar psicológico que apunta , porque permite relacionar los sistemas orientales con la ciencia empírica de Occidente. El propósito último de la meditación es entender que no existimos como entidades diferentes del fluir del universo, que no somos nada, pero a la vez somos todo.
Se nutre de los sistemas psicoespirituales de Oriente, como el Budismo zen, el sufismo y el yoga.
A través de la conciencia testigo, se apunta a disolver los dramas personales. Se trata que el individuo, se desidentifique de las restricciones de la personalidad y la integre al si mismo transpersonal, equivale a vencer los deseos y las ansias y sus efectos compulsivos.
El objetivo de la terapia, a la par de la desidentificación, es poder disfrutar del mundo sin apegarse a él.
Al liberarse de las ilusiones perceptivas, aparece la libertad, el poder de la presencia: el aquí y ahora; se vivencia el centro de la vida, como algo interno; se libera el potencial latente, la sabiduría interior, el despertar de nuestra naturaleza divina.
En el contexto transpersonal terapeuta-consultante, la labor del terapeuta es fundamental; él trabaja sobre sí mismo, el terapeuta no cura, capacita al consultante, para que se conecte con sus recursos internos, y deje trabajar al proceso natural de curación o de crecimiento. No resuelve los problemas, habilita a la persona para resolverlos, a ponerse en contacto con su gurú interior, guía espiritual o Yo Superior. El consultante debe estar dispuesto a despertar, el estado de conciencia del terapeuta es fundamental. Influyen sus valores, creencias, pensamientos. Tres son las etapas de la terapia Nivel del Ego, existencial y transpersonal.
Usa los tres ojos: el de la materia, el el de la razón y el de la contemplación. En el orden educativo, se apunta a que el hemisferio cerebral izquierdo sea utilizado a la par que el derecho.
La psicología transpersonal representa un nuevo paradigma, que introduce motivaciones nuevas a la psicología convencional: los estados superiores de conciencia, el extremo bienestar psicológico a que puede aspirar el ser humano, que el individuo integre su yo conciente, con su Yo Superior, que depure su percepción , en definitiva, “que despierte”. Lo transpersonal representa un enfoque más integrador; la dimensión bio-psico-social agrega la espiritualidad, apunta a una salud óptima del ser humano, del individuo y da primacía a la evolución de la conciencia. Todo ello permite integrar en esta unión, aspectos antes inimaginables, como la atención, la ecuanimidad, la trama interconectada la compasión y hasta la conciencia ecológica, al colocar al ser humano como integrante de una unidad mayor, donde participa activamente con su conciencia cada vez más expandida.
En este momento de transición de paradigmas, en que ni el cientificismo, ni la religión ofrecen ya respuestas válidas, el enfoque transpersonal se presenta como una alternativa que aúna ambas corrientes, a la vez que las trasciende.