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El trabajo con nuestras emociones, la clave es amigarnos con ellas. Discernir y equilibrar

El reconocimiento de nuestra vida emocional nos lleva ineludiblemente, a un trabajo con nosotros mismos. Más tarde o más temprano, el dolor, el miedo, el enojo, la Alegría o el amor, nos invitan a que miremos en el fondo de nuestro interior y aprendamos a vincularnos con lo que sentimos de una manera asertiva e inteligente. Los recursos siempre están a nuestro alcance, conforman nuestro estado natural, en realidad no tendríamos que aprender nada, porque todo está dado. Yo hablaría en términos de apropiarnos de nuestra inteligencia, haciendo consciente la administración de nuestro mundo emocional, en lugar de sufrir el resultado de nuestros impulsos mecánicos y muchas veces compulsivos, es como si las reacciones fueran disparadas por algún extraño ser que no conocemos. El sentido es que podamos mirar a nuestras emociones de manera objetiva, por eso menciono el uso de la inteligencia, como medio para un fin. De esa manera, llegar a lo profundo y allí domesticar lo salvaje que  hay en nosotros, es como amigarnos con nosotros mismos, establecer un vinculo sano de libertad interna donde la culpa neurótica, además de observarla como un componente agresivo hacia nosotros mismos, al hacerse consciente, desaparece de nuestro interior. Esta tarea es impostergable, ya que la negación de nuestro mundo emocional, es la verdadera causa de nuestras enfermedades físicas, y además de nuestro sufrimiento psicológico.
La psicología Transpersonal, que es una unión entre las psicologías de Oriente y Occidente, se ha ocupado especialmente de abordar el trabajo con las emociones, más allá de las especulaciones puramente intelectuales, ya que lo importante es percibirlas sintiendo y utilizando la Conciencia Testigo para poder transformarlas, encontrando herramientas eficaces para gestionarlas correctamente.
Para comenzar a hablar de emociones, no podemos dejar de reconocer que entramos en un complejo entretejido interno, en el cual en la mayoría de los casos se experimenta confusión. La tarea, es pues, Poner Orden a esa confusión es la tarea que todo ser humano se ve necesitado a hacer, sobre todo empujado por el dolor.
Una palabrita importante para trabajar con las emociones es el "discernimiento", como una actitud de atención plena (Mindfullness), tiene que ver con el hecho de observarse y comenzar a despejar y reconocer lo que sucede en nuestro mundo emocional, que sentimos, Discernir es entrar a reconocer de qué está hecha esa ilusión, que en Oriente se la denomina Maya. y la pregunta fundamental que nos veriamos en necesidad de hacernos es ¿Qué confundimos? y Cuáles son los condicionamientos que repetimos una y otra vez, producto de esa sensación de estar dormidos, una especie de Hipnosis Colectiva. La Observación, nos saca de ese sueño.
La primera pregunta, es Qué confundimos?
-Confundimos nuestros mecanismos automáticos o condicionamientos, con nuestra verdadera naturaleza, apegandonos a nuestro Ego, y relegando al Inconsciente nuestra verdadera Esencia.
-Confundimos el presente con el pasado, proyectando en el presente las emociones que se derivaron de situaciones que pertenecen al pasado, deformando nuestra percepción de la realidad en el Aquí y Ahora.
-Confundimos sensaciones con emociones, emociones con pensamientos, sentimientos con emociones.
-Confundimos nuestros ideales y prejuicios de como tendríamos que ser o actuar, con lo que verdaderamente somos.
-Confundimos como son los demás y sus motivaciones, con lo que realmente son, producto de nuestras proyecciones de nosotros mismos. como así también de los hechos haciendo una interpretación d elos mismos, que muchas veces no tiene que ver con la realidad en si misma.
-Confundimos las expectativas de los otros con lo que verdaderamente nosotros queremos y somos.
Cómo se verá, la lista es extensa y nada simple. Las personas que deciden realizar un trabajo de autoconocimiento nos encontramos con una tarea que no es nada pequeña.
Esto implica un verdadero trabajo de discernimiento, un trabajo de separar la paja del trigo, de separar lo que produce confusión. La metáfora que mejor describe esto es la del Viaje del Héroe, es elo viaje que cada uno de nosotros emprende con la tarea de encontrarnos a nosotros mismos. Encontrar la piedra preciosa, el Santo Grial, nuestro SER INTERNO. Para ello tenemos que enfrentar dragones, monstruos de toda clase, vencer obstáculos para llegar a nuestro Destino final. Aveces no podemos solos, en el camino como héroe me encontraré con ayudas, como si algo superior guiara los pasos  del Héroe. Y en ese camino, si bien cada uno está solo con su proceso, , reunirnos con personas que están en el mismo proceso de búsqueda, es un reaseguro para que nuestros pasos sean más acertados y vayamos tanteando el terreno con más confianza. Los Budistas lo llaman a ese grupo de compañeros de viaje Sangha. Por eso, en el viaje de autoexploración, en donde me pregunto Quién soy? Para qué estoy? y hacia dónde voy? es importante saber quienes me van a acompañar. Y cuidado con esto porque si no conocemos nuestro mundo emocional, lo que verdaderamente nos hace daño y no nos conocemos a nosotros mismos, corremos el serio riesgo de que nos acompañen personas que nos hagan perder en el camino. Entonces lo primero que tengo que hacer es Ordenar mi caos interno con la práctica del Discernimiento. Esto es un entrenamiento de atención plena, de autoobservación, muchas veces en soledad y silencio, Discernir es entonces separar lo real de lo imaginario. Aquí comienza el VERDADERO DESPERTAR. (Continúa en otra publicación)
Miryam Barovero
Lic en Psicología Transpersonal Gestalt
Psicología Integral
Eneagrama de la Personalidad