El eneagrama es un camino. Un camino hacia la
luz, hacia la verdad, es conocer el ropaje del que estamos hecho, o el que
adoptamos en esta vida física para recorrer nuestro camino de evolución que
finalmente terminará en nuestra esencia. La forma que adopta nuestro alma para
comenzar este recorrido, dónde el aprendizaje es una de nuestras tareas
fundamentales, es el eneatipo que adoptamos. Además, de eneatipo dominante que,
lo conoceremos a través del test, a cada
uno, se nos señalan ocho rumbos que habremos de seguir, para saber quienes
realmente somos y ser quienes realmente somos, para poder encontrar a Dios dentro
de nosotros mismos. “El primero es el camino de la excelencia, de
las cosas hechas de la mejor manera posible. Resulta fácil asociarlo al amor,
que a todo le da su impronta de verdadero y a hechura del Creador.`
El segundo el camino del amor, habla por sí mismo: es la
meta, el propósito ineludible de la vida. El tercero tiene que ver con el
trabajo, con la acción eficiente que nos lleva al éxito, a que nuestros actos
colmen nuestras intenciones. Y si amamos lo que hacemos , y hacemos lo que
amamos, todo estará bien.
El cuarto, el de la creatividad, pone flores a la vera
del camino para matizar la vida de belleza y armonía, que son amor. El quinto
camino, el de la sabiduría, nos completa desde la Mente Superior y desde el
Alma divina y es, en esencia amor puro. El sexto camino jalona el recorrido con
una virtud que es necesario descubrir: la lealtad, asociada a la fidelidad, a
la responsabilidad, despojadas del deber y del dogma. Ellas también son amor.
El séptimo es tan ineludible y tan amoroso, que, si falta, todo sería gris y
opaco: la alegría el regocijo, sinónimos de Gracia.
El octavo es el camino de la fuerza, una virtudm sin la
cual, sucumbiríamos como individuos ante cualquier dilema o embate exterior.
Dulcificada a través del amor, la fuerza es el motor de la vida. En el noveno camino recobraremos
con la paz, las alas que nos llevarán hacia la conciliación y reconciliación de
todos los opuestos, y, junto con el amor, la redención de los contrarios, hacia
una unidad trascendente.”
Todos nosotros,
como seres espirituales podemos ser o estar completos, poseyendo todos los
atributos, el Eneagrama nos invita a que
redescubramos esos dones y nos apropiemos de él realizando un trabajo profundo
y conciente, donde vislumbremos ese juego permanente de luces y sombras, que
tiene que ver con nuestros atributos oscuros y luminosos, y llevarlos a la
conciencia pura. Y para que nuestra vida alcance mayor plenitud, trascendencia
y completud.
Todo
trabajo de evolución y autoconocimiento comienza con nuestro eneatipo, con un
mapa de nuestra personalidad, que constituye por así decirlo la base de nuestro
EGO. A través de una guía que se especialice en este tipo de trabajo y
entrenamiento profesional, nos brindará las herramientas para salir del estado
caótico de nuestra mente, lugar donde reside el EGO, para poder llevarnos o
conducirnos hacia nuestra esencia o chispa divina, nuestra ALMA, para poder
ejercer desde allí nuestra vida, donde todo es felicidad y armonía.
Mi
trabajo como psicóloga transpersonal es brindar este tipo de herramienta
realizando una lectura del mapa personal y entregar las herramientas para
llevar nuestras acciones inconcientes hacia la conciencia pura, donde todo es
luz, y donde reside nuestra alma.