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También percibimos cuando nuestro niño está alegre, nos reímos, inventamos historias, cuando vivimos el aquí y ahora, cuando nuestro corazón experimenta la paz.... cuando aceptamos a las personas como son..pero por sobre todo, cuando me acepto incondicionalmente así como soy sin intentar cambiar nada... ya que al niño jamás se le ocurriría algo semejante....acordate cuando te sientas triste es el niño que está llorando, abrazalo muy fuerte y decile desde lo profundo de tu corazón que puede contar con tu contención de adulto, el adulto que sos se hará cargo de su dolor, y la receta es OCUPARNOS DE NOSOTROS MISMOS.
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