Hoy abordaremos los celos
Los celos son una señal que me informa del pèligro de perder el cariñó de un ser querdo por la presencia de u n tercero. Es la sensación de sentirme excluido y abandonado, el sentimiento es doloroso. La señal si aprendemos a procesarla puede enriquecernos. Los celos son una emoción universal, que, de una forma u otra, todos hemos sentido, y por eso es necesario diferenciar los celos normales de los patológicos. Los criterios útiles para distinguirlos son, por un lado el tipo de estímulo que los detona, y por el otro, la manera en que reacciono cuando los siento. Una cosa es ver a mi mujer besando apasionadamente a un hombre, y otra muy distinta, si la veo saludar amablemente a otro hombre, en el medio hay una gama de grises. Lo que distingue a un celoso de otro es la manera de procesar y reaccionar ante los celos. Puedo reaccionar con intensa violencia y cometer un crimen pasional o puedo abrir un diálogo con mi mujer en un momento apropiado en el que pueda reconocer e incluir esta emoción conm claridad y respeto. También acá entre estas dos reacciones extremas, existen conductas intermedias. Entonces resumiendo: cuanto más pequeño el estímulo y más intensa y destructiva la reacción, más se inclina la balanza hacia lo patológico.
En general uno siente celos en relación con aquellas áreas en las que se siente más inseguro, y eso puede ser la intimidad afectiva, aunque no haya sexo, , el área intelectual, el gusto por la música, la sensibilidad psicológica o lo que sea. i magino que el otro le dará a mi pareja todo lo que yo creo que soy incapaz de darle.
El amor de pareja no necesita de los celos, lo que la pareja necesecita es autonomía psicológica de sus miembros, es decir que cada uno tenga una cuota de vida propia, y que ambos crezcan en el vínculo. En ese contexto es posible que se den momentos en los que uno tema perder el cariño del otro a partir de algo que está haciendo o viviendo. Si ese temor es leve y la pareja lo puede procesar bien se convierte en un poderoso condimento de intensidad que nos recuerda que pueden alejar pero que eligen seguir estando juntos. Y es un condimento porque los seres humanos percibimos contrastes. Si temo perder el cariño del ser querido, eso mismo me ayudará a valorarlo.
La causa más importante es el sentimiento de autodesvalorización, Todos albergamos rasgos de nosotros mismos que no nos gustan. Me puedo sentir temeroso, dependiente, triste, inseguro y lo más frecuentemente es que sienta rechazo hacia esas características mias. Ese rechazo es normal y necesario, para trabajar conmigo mismo. La desvalorización y la dependencia emocional, son las causas psicológicvas profundas de los celos excesivos, y hasta que no se resuelvan, los celos continuarán, porque son su consecuencia. Desarrollar el asistente interior a través de la psicoterapia transpersonal, es la clave para sanar estos miedos al abandono y al rechazo, trabajando la sombra en el otro, amar la parte dañada, aprender a dialogar con nuestros celos será la forma en que esos celos pueden trascenderse y superarse.