Las relaciones entre las personas muchas veces no son todo lo fáciles que nos gustarían, por más que hagamos esfuerzos para que funcionen, nos damos cuenta que en incontables oportunidades siempre hay uno que "aguanta al otro". Esta actitud refleja algo que se repite muchas veces en las historias de la gente y se circunscribe al ambito vincular, cuya manifestación es una sobre adaptación al Otro, que es mi amigo o es mi pareja, o es mi jefe o es algún compañero de trabajo, o algún familiar cercano. Y en esa sobreadaptación se nos va la vida. No vemos la realidad de nuestro mundo interno, quizás porque esa otra persona llena nuestros vacíos que no queremos llenar con otras vivencias más sanas, o se nos dificulta porque no tenemos ayuda, ni podemos ver qué nos está pàsando. Muchas veces son los dolores en el cuerpo el que avisa que algo no está funcionando bien, o es el estómago que no tolera ciertos alimentos, o sentimos que el dolor de cabeza se acrecienta cada vez más, o por las noches nos rechinan tanto los dientes que no podemos pararlo, o nuestro cuerpo engorda para parar la insatisfacción que nos produce esa adaptación. El basta a una situación insostenible se nos asoma en la conciencia, pero tan pronto sucede esto, nuevamente reprimimos y hacemos que no pasa nada. Las razones pueden ser muchas, pero lo que sí es seguro que no nos miramos, no nos tenemos en cuenta, con la falsa esperanza que algún día todo va a cambiar, o en la mayoría de los casos sucede que no nos llevamos bien con "SOLEDAD", esa amiga entrañable que tanto nos cuesta aceptar. Es que aceptarla, es MIRARNOS, es estar en compañia con nosotros mismos, ser nuestros propios compañeros de viaje.
Pero un día, hacemos un alto en el camino, y nos damos cuenta, que así como las lágrimas cuando nos invaden, observamos que en el vaso de agua ya no cabe ninguna gota más, y el desborde es inevitable, y justamente, es eso lo que nos sucede cuando decimos "basta!" no cabe más ropa dentro de la valija, ni una lágrima más en el pañuelo, ni una palabra más de maltrato, ni un minuto más de espera de alguien que se ríe de nuestro tiempo, en lugar de hacer algo que amamos, lo postergamos porque ya no tenemos más energías para nosotros mismos, esperando vaya a saber que milagro.
Y sucede que la realidad es como es...no hay mucho más por ver, cuando las situaciones no cambian el o la que debe cambiar es la persona objeto de adaptación. Y se comienza con la palabrita BASTA!!!!
Es el momento en que ese basta comienza a pronunciarse, primero en nuestra psiquis, y luego para afuera, Es un basta que nos obliga a abrir bien la boca para que sea debidamente pronunciada, poniéndo énfasis en sus letras, vocalizarla con mucha claridad, y luego de esto, lo que queda es la coherencia con los actos que continúan, ser consecuente con ese basta. Y quizás eso signifique muchas cosas diferentes, puede ser "Acción" cuando nos tenemos que ir, digamos, es lo contrario de lo que hacíamos anteriormente al basta, si nos quedábamos lo que sigue es irnos, si nos íbamos es quedarnos, es entrar si nos estábamos yendo, es tomar una decisión concreta y efectiva, para comenzar a ser quienes en realidad somos y que lo veníamos evitando: Nosotros mismos.
La verdad que en toda relación lo que debemos tener siempre presente, es cuando vamos a pronunciar ciertas palabras claves para que todo funcione en equilibrio, y esas palabras son (indispensables en la cartera de la dama, o en el bolsillo del caballero) Gracias, Perdón, por favor, Si, No, Lo siento, Te amo, Deseo, y Basta!!!!Sería bueno que estas palabras las tuviéramos siempre guardadas en nuestro cofre interno, para sacarlas cuando necesitamos expresar limites, aprendiéndolas, practicándolas con firmeza y decisión, a veces con ternura, pasión, alegría o asombro. Como cuando reaccionamos en Facebook a alguna publicación que nos genera una emoción, más allá del Me gusta.
Basta es elegirnos fundamentalmente, viendo la realidad tal cual es, la que me demuestran los hechos y no lo que mis fantasías suponen, hacerme cargo de las consecuencias de esa palabra, consecuencias siempre positivas para mi alma, que espera a cada momento la valoración de mi mismo/a. Podes guardar en tu cofre estas palabras? Hay otras que te gustaría decir y no lo haces? Experimentá el poder que te da decirlas y tu vida comenzará a tener significado.
Lic. Miryam Barovero
Psicóloga Integral Transpersonal
Psicóloga Gestáltica
MP4179Facebook: Espacio Conciencia Transpersonal ECT
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