Este miedo al cambio, es un sentimiento en el que muchos nos aferramos, y se producen para sostenerlos determinados mecanismos de defensas, como el autoengaño, la resignación, los enojos cristalizados, la pereza y una cierta inconsciencia para cuestionar las creencias con las que hemos creado nuestra identidad. La sociedad ejerce una influencia en la cual nos deja mandatos muy fuertes, "Sé obediente, casate, ten hijos, Compra tu casa, Pide préstamos. Compra muchas cosas. Y sobre todo, no cuestiones jamás lo que te han dicho lo que tienes que hacer. " Lo cierto es que, desde el día en que nacimos se nos adoctrina para que nos convirtamos en empleados sumisos y consumidores voraces, perpetuando el funcionamiento insostenible del sistema. En el camino nos desconectamos de nuestra propia esencia , de nuestros deseos más profundos, construyendo así una personalidad adaptada a lo que nuestro entorno más cercano espera de nosotros. Si bien esto es fuerte, y es así en todas las personas, el trabajo es deconstruir toda esta serie de mandatos y transformarlos para que podamos aprender a ser libres para tomar decisiones para construir nuestro propio destino y nuestro propósito particular. todo esto tiene que ver c on asumir esta parte de responsabilidad que vinimos a trabajar a partir de que somos conscientes de ello. responsabilizarnos y hacernos cargo de nuestro propio deseo. Esta ruptura nos puede provocar y de hecho, nos provoca una crisis exisxtencial y sobre todo a nuestro miedo a la libertad. pero donde hay excusas hay determinismo, me resisto a cambiar por miedo a ser excluído, a no pertenecer.
El primer paso es meternos de lleno en el autoconocimiento y el desarrollo personal, que nos va a orientar a cambiar lo que nos cuesta tanto. El primer paso es cuestionarnos a nosotros mismos, y eso puede ser, para algunas personas, cuanto menos aterrador. y custionarnos es sobretodo cuestionar el sistema de creencias en la que nos identificamos y hemos asi desarrollado con esto las bases de nuestro falso yo.
"Formamos parte de una sociedad tan enferma que quieren sanar se les llama "raros" y a los que están sanos se les tacha de locos" Jiddu Krishnamurti
¿Qué nos sucede? Para seguir obedeciendo y reproducir la matrix en la que vivimos, hacemos todo lo posible para no salirnos de ese camino conocido y asi rechazamos nuevas ideas, diferentes y desconocidas. No cambiamos primero porque sentimos miedo. Miedo a no pertenecer. a que nos tilden de raros, locos, y alimentamos así nuestro instinto de supervivencia. O quizás ese miedo provenga de las noticias que recibimos a diario por los medios masivos de comunicación que nos instalan permanentemente en el negativismo y pesimismo. Esta carga se esconde en un lugar muy oscuro de nuestro inconsciente, alimentando más y más ese instinto de supervivencia. Nuestra vulnerabilidad se acrecienta por ese mismo temor, lo único que queremos es sostener ese estado de seguridad y certezas. Asi cerramos nuestra mente y nuestro corazón a lo nuevo y desconocido.
Dado que el cambio es el mayor enemigo del miedo, enseguida aparece en escena el autoengaño. Es decir, aparece el mecanismo de mentirnos a nosotros mismos, con el fin de evitar enfrentarnos a nuestros temores e inseguridades propios a cualquier proceso de cambio o transformación. Miramos para otro lado, escondemos lo que nos pasa y acto seguido nos narcotizamos. Y esto depende ya de los gustos y preferencias de cada persona en particular. Con el alcohol, o cualquier otra droga que nos otorgue satisfacción inmediata, donde no haya posibilidad de frustrarnos. Porque otra vez frustrarnos?, pero como lo negamos, aparecen estas dependencias que tapan las frustraciones que sentimos, a reemplazar ahí nuestro deseo de cambio y trascendencia.
Con el tiempo, esta falta de propósito y de sentido, da lugar a la resignación... (Continúa en el próximo post)
